La comida costeña: la salida al desempleo


El desempleo es una de las situaciones que más afecta a la población actualmente, pues las oportunidades de trabajo son escasas y algunos no cumplen con los requisitos para aspirar a ciertos puestos, por ello el empleo informal ha surgido como alternativa y la comida como el mercado predilecto.
Local ubicado en la calle 32 con cra 43
Cualquier esquina se convierte en el sitio perfecto para apreciar la gastronomía local y a través del cual las personas encuentran una forma de sobrevivir. Así lo han hecho los variados dueños de la fritera “El propio químico” en la calle 32 con carrera 43.
En el corazón del mercado se puede apreciar la gastronomía propia de la Costa Caribe, desde arepas de huevo, empanadas hasta papas rellenas, acompañadas de una típica agua e’ panela y el infaltable suero.
Empanadas de pollo y agua e’ panela

Desde hace 50 años “Los Químicos” han encontrado en el trabajo informal una forma de salir adelante y además le han brindado a los barranquilleros una comida buena, bonita y barata. 
Barranquilla se encuentra en el cuarto puesto a nivel nacional entre las ciudades con menor índice de desempleo del país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) ‘La Arenosa’ tiene un porcentaje del 8,2% de personas desempleadas. 
Nacional de Estadísticas (DANE) ‘La Arenosa’ tiene un porcentaje del 8,2% de personas desempleadas.
Por su parte, el primer puesto, con el mejor índice, lo ocupo Cartagena con 7,3% y el segundo puesto lo tiene la ciudad de Santa Marta con un 8,1%. 
Las ciudades del caribe poseen los índices más bajos de desempleo y el trabajo informal ha sido una de las maneras de enfrentar esta problemática.
Ramiro Araque de 53 años, dueño actual de la fritera “El propio Químico” considera que esta forma de empleo ayuda a muchas personas y que además contribuye a mantener viva la tradición de la gastronomía local.
Yesenia López, vendedora informal de Boli
Yesenia López de 45 años, se ubica todos los días en el Paseo Bolívar donde vende llamadas y uno de los manjares más apreciados de los Costeños, el boli.
El boli pa’l calor, pa la sed o para pasar el rato, una versión de helado de agua pero en bolsita y con sabores frutales o dulces. Yesenia se rebusca la vida haciendo estos bolis y le brinda a todos los transeúntes una opción local deliciosa y barata, pues tienen un valor de 600 pesos. 
Boli de Corozo

No se necesita mucho dinero para apreciar un pedazo de la gastronomía costeña, pues en cada esquina, en la calle y sin muchas pretensiones podemos encontrar una comida para cada situación y además ayudamos a los vendedores informales a mejorar sus condiciones de vida.

La comida ha sido la mejor alternativa de quienes buscan salir adelante, han encontrado en la gastronomía costeña una forma de satisfacer el paladar de locales y extranjeros, pero también de salir adelante y hacer de ello una forma de vida. El desempleo sigue disminuyendo y la gente costeña sigue comiendo. 


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