Arroz
con coco, mojarra frita, patacones, ensalada de aguacate y brisa junto con el
sonido del mar a las 12:00 del mediodía son placeres que un barranquillero se
puede dar. Y es que la gastronomía costeña va acompañada de los lugares que la
rodean y de los momentos vividos.
Momentos
como las altas temperaturas que costean a barranquilla, inmediatamente como
costeños pensamos en comprar un boli, un raspao, un patillazo, un agua panela,
un jugo e corozo, agua de coco, chicha de maíz ya que al escucharlo nos provoca
para las altas temperaturas de la ciudad y son un referente para refrescarnos.
Así
también encontramos distintos lugares en donde se vive y se evidencia la
calidad y variedad de estos platos que se venden como picadas, como la
butifarra soledeña, arepa de huevo, arroz de lisa, cayeye, bollo e yuca, bollo
e mazorca, bollo limpio, bollo e angelito, queso costeño, cocteles de camarón.
Se
ha convertido en parte de nuestra cultura e incluso personas que se encuentra en
otros países la añoran ya que no hay nada igual, complementándolo así por sabores
especial y aparte se caracteriza por ingredientes que sólo se encuentran en la
costa.
Y es
que desde muy pequeño se nos enseña a valorar el arte gastronómico de toda la costa
ya que por medio de ella nos identificamos con nuestras raíces, gracias a sus
sabores exquisitos que se han vuelto tan populares, que incluso tanto personas del
exterior e interior quedan enamoradas cuando prueban estos platos
representativos de la costa.
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