EL ARROZ APASTELADO: UNA TRADICIÓN SOBRE RUEDAS

Arroz apastelado de pollo

Hace 25 años Adalberto Robles se dedica a vender uno de los platos más tradicionales y propios de la Costa Caribe, el arroz apastelado. Hoy en día en su transporte improvisado, con una moto y una canasta amarrada lleva la olla que contiene el almuerzo de muchos barranquilleros.
Adalberto, inició vendiendo a las afueras de El Heraldo, donde estuvo por más de 20 años y desde entonces no ha parado. Inicia su día desde las 5:00 de la mañana, cuando empieza a cocinar el arroz y a las 10:00 de la mañana emprende su camino desde el barrio La Paz hasta su ubicación actual, la calle 73 con carrera 43.

El popular arroz apastelado no es un plato común, pues esta cocinado con pollo, cerdo o carne, en este caso Adalberto le brinda variedad a sus clientes pues tiene hasta huevo, salchichón y butifarra.
 Puesto de arroz apastelado calle  73 con carrera 43

Las calles de Barranquilla conocen este tradicional plato, cualquier esquina es el lugar perfecto para ubicarse, con una sombrilla que lo protege del sol y la lluvia, su olla de arroz y las hojas de bijao para servir el delicioso manjar. 
La popularidad de este arroz es tanta que personajes reconocidos de la costa y el país han llegado a probar tan delicioso plato, tal es el caso del Pibe Valderrama, quien en algún momento llego a visitar la cocina improvisada de Adalberto y parado en el bordillo degustó un pedazo de la gastronomía local.

La lluvia es el principal enemigo de estos puestos pues ahuyenta mucho a la gente y algunas veces les toca recoger e irse, por eso fue tan difícil encontrarlos, la lluvia se había soltado en la ciudad y las calles estaban desiertas, pero Adalberto se quedó contra viento y marea.
Adalberto  sirviendo el arroz en hoja de bijao
El clima no impidió que la gente se acercara a comprar su tradicional almuerzo envuelto en hoja de bijao y que entre todos sus beneficios tiene el precio, pues comerse este plato tiene un módico valor de 4000 pesos. 

Recorriendo las calles de Barranquilla se puede encontrar una deliciosa comida, un pedacito de nuestra Costa Caribe, una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años y que le ha dado un empleo a muchas personas que han decidido dedicarse a vender un arroz apastelado sobre ruedas. 

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